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miércoles, 26 de octubre de 2011

A ver qué me dice después...

Y empiezan los días de frío, esos con los que hasta las ideas se te quedan en casa.
Clarisa, que quiere empezar su vida de nuevo, hoy se encuentra con una situación del pasado que no tiene nada que ver con ella. Pero eso ya no importa, no importa porque ahora vive, y no sobrevive a los días, porque se duerme dandándole las buenas noches a su Capitán del barco y se levanta sabiendo que la cuida desde las estrellas, porque tiene ganas de todo, porque ya ha descubierto que la felicidad de los lunes de octubre se esconde en un sábado con él, en un martes lleno de tacones y vodka o en un viernes comiendo piruletas con forma de corazón por el parque.

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